No siempre hay que esperar hasta año nuevo para decidir que esta vez sí daremos el cambio que llevamos años queriendo dar.
De hecho, la mayoría de las personas que suelen fijar metas importantes durante las fiestas, no las cumple, y por mayoría, me refiero a una cifra tan grande como 92%. Es decir, más de 9 personas de cada 10, se dicen honestamente a sí mismos que este año sí harán algo, pero al final se desvanecen las ganas después de un par de días, semanas, o un par de meses.
¿Viste alguna vez a alguien comenzar una dieta o un nuevo programa de entrenamiento con todos los ánimos, para finalmente terminar abandonando poco a poco y regresar a su estado anterior sin darse cuenta de cómo sucedió?
¿Quizás te sucedió a ti mismo? Esto tiene distintas razones, y vamos a explorar las más importantes. Al finalizar esta lectura, espero que puedas tener una idea mucho más clara de todo aquello que se necesita para incrementar notablemente tus probabilidades de éxito y finalmente, alcanzar esas metas financieras que siempre has aspirado pero que, por alguna razón u otra, no has podido conseguir.
Ponle un número
Tienes que tener muy claro la cantidad de dinero que necesitas ganar para tener la vida que sueñas.
Así que lo primero es calcular ese número, y no dejar nada por fuera. Incluye todo lo que te gustaría hacer si tu vida fuese tal y como tú quisieras, y piensa en grande, ya que es mejor quedarse corto respecto a una meta enorme, que quedarse corto respecto a una normal.
Piénsalo: si tu objetivo es ganar 5.000 euros cada mes, y te planificas para ganar esa cantidad, en un escenario donde solo consigues, digamos, la mitad, habrás terminado con 2.500 por mes. Si por el contrario, te planificas para ganar 20.000, y también consigues alcanzar la mitad, habrás terminado con 10.000, el doble de esos 5.000 originales que estimaste necesitar.
Por ello, la primera recomendación es: fija metas grandes. No tengas miedo a ser ambicioso, y no pienses que algún número es inalcanzable.
Anótalo
Utiliza hojas de papel que puedas pegar en lugares visibles de tu casa, y no puedas dejar de recordar a diario que te encuentras trabajando en esa meta financiera. El espejo del baño y la puerta del refrigerador son buenos lugares. Adicionalmente, puedes colocar una alarma o recordatorio en tu móvil, con un párrafo que cada mañana te recuerde por qué estás haciendo todo esto.
Divide en pasos pequeños
Si decidiste planificarte para una meta de 20.000 euros por mes, calcula cuántas veces tienes que vender tu producto o servicio para alcanzarla.
Si por ejemplo, cada venta te da una ganancia de 200 euros, significa que necesitas 100 ventas al mes, ó un poco más de 3 ventas diarias. También es probable que sepas cuántas personas compran tu producto entre los que muestra interés.
Siguiendo el ejemplo, si sabes que de cada 5 interesados uno se convierte en cliente, ya sabrás cuantos interesados debes generar cada día para conseguir esas 3 a 4 ventas diarias.
La prioridad en tu to-do list es atraer 35 personas diarias, que a su vez deberás dividir en los pasos necesarios para conseguirlo, ya sea a través de alguna estrategia de marketing para atraer y generar prospectos, como hacer publicidad en redes sociales, o un enfoque contrario como llamar telefónicamente o enviar correos electrónicos a los posibles interesados. Ya queda de la naturaleza de cada negocio y el estilo de cada dueño.
A propósito: si eres empleado y lo que persigues es un sueldo mejor que te permite igualmente vivir tu vida soñada, entonces la cantidad de cosas que deberías hacer a diario debería ser enviar tu CV a empresas pre-calificadas por tí mismo, con el potencial de pagarte aquello que consideras que vales. Si envías un CV cada día, en apenas 6 semanas ya habrás creado más de 40 oportunidades. Al cabo de un año habrás enviado más de 350 aplicaciones, por lo cual es muy improbable que no consigas aquello a lo que aspiras, al menos que no seas lo suficientemente valioso, lo cual se resuelve mejorando tus habilidades.
No se trata de inspiración
Debemos aprender a desligar la persecución del éxito de nuestro estado anímico.
Sabemos muy bien que hay días buenos y otros que no tanto, y es por ello que al separar tus emociones de las acciones puntuales que te acercarán al objetivo, como enviar esa cantidad de correos electrónicos a diario que definimos en el paso anterior, serás capaz de avanzar cada día, sin necesariamente sentir ganas de comerte al mundo cada día.
Consejo práctico: comienza a utilizar una check-list o lista de tareas que debes hacer a diario y elimina todas aquellas que realmente no te muevan hacia tu objetivo.
Lento pero seguro
Ser consistente te llevará a la meta. Se trata de mejorar un poquito cada día sin saltarse ningún día.
Mucha gente falla por intentar acelerar al máximo desde un comienzo, sin primero agarrar suficiente vuelo, y terminan por rendirse. Haz lo que hay que hacer, cada día, aunque sea por un rato, pero hazlo. No rompas la cadena, mantén la continuidad por el resto de tu vida y seguirás creciendo durante cada etapa.
Largo plazo no es tan lejos
Deja de planificar para el próximo mes o el próximo año.
Enfócate en los próximos cinco a diez años, y esto te ayudará a tener una visión más clara sobre si realmente estás fijando las metas correctas. No se trata necesariamente de cumplirlo al pie de la letra ni de que los resultados terminen siendo exactamente eso que vislumbraste para el futuro, sino de tener un ancla que te permita conseguir mejores resultados, producto de tomar las riendas ante el cambio.
Rendir cuentas
Hay algo llamado accountability coach , algo así como coach de responsabilidad, y es gente que se dedica a ayudar a otros a dar cuenta de su progreso diario y semanal respecto a sus tareas para alcanzar sus metas financieras.
Hay algo curioso en la manera en que funciona la mente humana, y es que cuando le ponemos algo de presión y debemos responder ante alguien más con un tiempo límite, nos ponemos en marcha y es mucho menos probable que no lo hagamos.
Dicho esto, es importante, quizás esencial, que tengas a una persona que sea tu espejo a medida que progresas.
Si cuentas con los recursos, lo más recomendable es contratar a alguien que se dedique a esto, ya que será con toda la seriedad y se tratará de una inversión que no querrás perder.
Si no tienes dinero para ello en estos momentos, busca alguna persona de tu confianza y pídele ser tu coach de responsabilidad. A cambio, si esa persona quiere, podrías ser el suyo también. Solo debéis hablar por pocos minutos al comenzar el día y decirle al otro lo que tienen como objetivo para el día de hoy, y luego revisar por la noche cómo fueron las cosas, y tal vez una llamada más detallada, de unos 20 minutos, una vez por semana.
Préstamos pequeños
Finalmente, si tu negocio lo requiere y tiene sentido, una vez que ya tienes el plan de aquello que se necesita hacer cada día para alcanzar la meta y lo que se debe invertir en marketing y capital humano para efectivamente cumplir con lo planteado, puedes solicitar un préstamo rápido como los de pezetita o microcréditos24 . En la web miscreditos.es puedes encontrar opiniones de casi todas las empresas de este estilo y así comparar para ver si realmente te convienen las condiciones de alguna de ellas.
Conclusiones
No esperes las próximas navidades para decidir que ahora sí lo harás.
El calendario es una ilusión en cierto sentido, y lo mejor es ponerse a trabajar desde ya; recuerda que el mejor día para comenzar fue ayer, y el segundo mejor es hoy.
Solo tú puedes llevarte a ti mismo a donde sea que quieras estar, y con un plan por escrito, que te obligues a recordar a diario y pongas en marcha dando pasos pequeños pero permanentes, además de ser responsable ante alguien más por todo lo que estás haciendo, hará que tengas la dicha de pertenecer a ese 8% de las personas que alcanzan sus metas y cambian sus vidas para siempre.
El 8% es un lugar privilegiado, exclusivo para los más fuertes, y está esperando por ti.
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